26/5/08

Crónica agotada de un viaje a Londres


¿Qué tendrá Londres para nuestro Presidente? ¿Por qué deseaba regresar a la capital británica a los tres meses de su primera estancia allí? ¿Sería para inspeccionar el recorrido de su maratón? ¿Sería para festejar el triunfo de la Keniata de Montrove en la maratón de Madrid (primera participación y segunda en su categoría)? ¿Desearía conocer los museos londinenses? ¿Querría caminar por calles desconocidas o tal vez, desearía recordar sus noches en el Soho?

Tras un cortoviaje, y la hora de llegar a Londres, la representación del Cub de Atletismo Panadería d’ Osedo ya se estaba tomando unas pintas de cervezas en un pub. Y allí pudimos contemtemplar el recibimiento que realizan a los turistas: ejecutivos mazándose a cervezas y peleas entre ellos (traje, corbata, cerveza, centro de Londres: espectacular)

Tras la cena el Presidente nos encamina al Soho. Allí se nos pierde en el momento en el que iba a inspeccionar su pub favorito (en el que sería registrado para entrar). Tras recorrer el barrio y admirar los locales de ambiente(¿ambiente?, ¿qué es eso de ambiente?...sí, sí, sí, había mucho ambiente), el Presidente nos dirige a su local (vuelve a ser cacheado). Fuimos atendidos por Antonella (auque a algunos de nosotros teníamos dudas sobre si su nombre auténtico sería Antonello). La persona que recibió sus mejores atenciones, quien más las merecía, el presidente (aquí tampoco pagó las copas)

El amanecer del sábado (también tuvimos que esperar por el mismo) nuestros pasos se dirijieron por Hyde Park hacia Portobello que recorrimos con las piernas ligeras y las carteras cerradas. Luego tras otro paseo y después de cruzar el Támesis vino el toque cultureta, porque el listillo de turno nos llegó hasta la Tate Modern (¿sirvió de algo la visita?)El nivel de cansancio ya era notable. Posteriormente fuimos a Carnaby Street con las piernas agotadas y la cartera abierta, recogiendo a Fran. Viendo a su amigo de noches sin fin, el Presidente retomó fuerzas a base de alguna bebida (no le gusta la cerveza) y comenzaría para esta pareja una noche imposible de olvidar. Todo el grupo éramos conscientes que cuando los dejamos en el Soho corríamos el riesgo de no saber cuando los volveríamso a ver. ¿Sería el domingo por la mañana en el hotel? ¿Sería en el aeropuerto? ¿Sería unos días después en Galicia?

Su noche no puede ser contada por terceras personas, por lo que no se hará el intento. Pero hay que reconocer la puntualidad matutina. A la hora prevista el domingo por la mañana apareció el Presidente y un cadáver andante. En esa mañana los dos culturetas se separaron del grupo para, dijeron, ver museos, y el resto se fue hasta Greenwich, en donde disfrutaron de una plácida mañana soleada. El regreso a Londres fue en la terraza de un tranquilo barco por el Támesis. Y como parecer que había unas olas tremendes, el sufrido Fran se mareó.

En el aeropuerto nueva revisión integral al Presidente (se quiere decir que también le cachearon lamaleta) y vuelo sin novedad.

¿Cúal será la próxima salida internacional de nuestro club?


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