20/2/09

Madrugadores


Un día me levanté temprano, me vestí lentamente, hice café, agarré mis palos de golf, me fui silenciosamente al garaje, puse los palos en el coche, y procedí a sacar el coche del garaje bajo una lluvia torrencial.

Estaba toda la calle inundada y el viento gélido soplaba a 100 km/h. Volví a entrar el coche en el garaje, puse la radio y me enteré de que el mal tiempo iba a durar todo el día.

Entré de nuevo en mi casa, me desvestí silenciosamente y me deslicé dentro de la cama.

Despacito me acurruqué contra la espalda de mi mujer, y le susurré al oído: “¡El tiempo afuera está horrible!” Ella me contestó medio dormida, “Ya lo sé. ¿Te puedes creer que el gilipollas de mi marido se fue a jugar al golf?”

Nota: También se aplica para los que salen a correr temprano o ciclistas.

1 comentario:

Ronsel dijo...

Vaia! Non pensaba eu velo publicado! Que conste, que non era para que te aplicases o conto... éche o que ten ser tan ghuapo!
Beixos