¡Qué estrés, Raquel! Crónica de Lugo Monumental

Pues sí, qué estrés Raquel.

Estrés al desplazarnos hasta Lugo en un domingo tan frío como el del 21 de diciembre.

Estrés al comprobar cómo nos cortaron alguna calle y tuvimos que aparcar más lejos de lo previsto.

Estrés al pensar que tan sólo teníamos 25 minutos para recoger los dorsales, calentar, estirar y ponernos pronto en la línea de salida.

Estrés al no encontrar por ningún lado de todo Lugo al Comensal Austero y los dorsales (¿Dónde estará mi dorsal? parece que nos cantaba Manolo escobar)

Estrés al estar desaparecido el Farmacéutico Veloz, menos mal que en la línea de salida alguien generoso le pudo colocar el dorsal.

Estés de la fotógrafa al buscar los mejores sitios siguiendo las indicaciones (¿órdenes?) de Pura Vida.

Estrés de los corredores al volver a comprobar que volvían a salir desde muy atrás y que, otra vez, perderían treinta segundos en la salida.

La carrera, lo único relajado. Fuimos a Lugo a disfrutar de un recorrido precioso y rapidillo. Cada uno hizo la carrera como pudo y casi todos acabamos contentos (no sé si los cojos opinarán lo mismo)

Estrés al terminar la carrera, buscar las duchas, encontrar un sitio, pero, oh sorpresa había agua caliente (dicen las malas lenguas que en casa del Farmacéutico Veloz sólo tenían agua fría)

Estrés en la zona de trofeos. ¿De que habrá terminado la keniata de Montrove? ¿Tendría la Keniata Blanca su merecido y habitual premio? Los esfuerzos de la protagonista y del del triatleta-libre dieron resultado: PRIMERA DE SU CATEGORÍA.

Estrés en la recogida de premios: por fín, la estrella del club iba “vestida” gafas de sol incluidas.Y del xantar qué? Puro estrés.

Eso no se le hace a nuestro querido y nunca suficientemente amado Presidente. Al parecer hubo un intento, serio, de un club lucense por hacerse con los servicios de nuestros atletas a cambio de equipación (eso sí, una equipación de carallo) En todo el cocido (uhmmmmmm) el único tema de conversación fue la calidad de chuvasquero de ese innombrable club de Lugo.

Afortunadamente nuestro Presidente se resistió a la presión comercial de Mercedes y no nos compró nueva equitación en Lugo. Seguro que algún día contaremos con chándal, zapatillas nuevas, camisetas de manga larga y chuvasqueros con forro polar.

¡Qué estrés, Raquel!

Crónica de El Progreso.

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Resultados.