Domingo 16 de noviembre, nuestros intrépidos atletas salen del habitual punto de partida de cara a las tierras ourensanas aunque con sensibles bajas en el equipo, faltaba la mitad del equipo femenino, nuestro primer espada, así como Alvarito y la baja de última hora confirmada a las 8:00, del futboleiro vengador (vémonos en Lugo). El resto no merecen ni que les mencione. Así que con un pequeño retraso por culpa del farmacéutico que aparece con un artefacto plateado bajo el brazo que confundimos con una sandwichera nos ponemos en marcha.
El desplazamiento auguraba una mañana “fresca” en Ourense pero, tras algunas dificultades para aparcar y poner pie a tierra, comprobamos que la temperatura era bastante aceptable, solo notamos algo de frio al ir cogiendo algo de velocidad en el calentamiento (lo hicimos cuesta abajo y alguno se llevó un retrovisor por delante) pero nada comparable con la temperatura del año pasado. Después de encontrarnos con la avanzadilla que había pernoctado el día anterior en la capital de Las Burgas, seguimos calentando pero viendo la magnitud de la marabunta nos fuimos hacia meta para situarnos en un puesto acorde a nuestras marcas, la espera fue un poco larga pero mereció la pena pues el tapón de peña era impresionante.
Así que nos dan la salida y cada uno a lo suyo, nos despedimos cordialmente el farmacéutico cada vez más veloz y yo, más adelante veo a la campeona que me dedica una mirada corta pues ya se concentraba en todas las rivales que tenía en la salida vip y que no resistirían su implacable rodaje. Así que a disfrutar de la carrera que me salió mejor de lo que esperaba pues en el km. 8 se acaba la gasolina super y había que tirar con la diesel. El recorrido bonito como siempre, la temperatura perfecta para correr, sin sensación de mucho frío en ningún momento.
Una vez alcanzada la meta nos reunimos los atletas del club, primero Pili (3 de su categoría, desayunándose a varias rivales), después Chema y más tarde Blas, pero…. ¿que pasa? entró primero Chema pero hizo menos tiempo Blas, polémica del día. ¿Cómo es posible?, habrá que hacer una nueva reclamación a la federación por las clasificaciones, tema polémico y que dejo a criterio del lector, van entrando el resto y Raúl, cada vez menos diesel, rompe la barrera de los 5 min. por km., ¿va notando la presión de los lios en que se mete provocando al personal?, se comenta que su próximo reto es llegar antes que Blas, Lugo promete………………
Nos metemos en un caos para salir de la zona de llegada, fatalmente organizada y con un cruce de opiniones entre el primo del concejal de deportes y uno de nuestros atletas que solivianta a la masa y provoca un conato de rebelión que es acallado por la cordura de otros atletas. Cousas que pasan.
Como siempre ahora viene lo mejor, una vez comprobado que en las clasificaciones la de siempre no nos retrasa por tener que posar para la prensa (sólo le dan trofeo a la primera), nos vamos a las charcas de Outariz, más grandes y con mejor infraestructura (vestuario) que Chavasqueira y descubrimos que la sandwichera era realmente una mini nevera llena de isostar de cebada, del que se dió buena cuenta entre baños de contraste y nuevas técnicas de próstata que enseñó alguno. Después del remojo viene lo de siempre, que obviaremos por no dar envidia y parecer que sólo nos gusta correr por el papaeo, eso sí, confirmar que cada día se agranda la leyenda de la guía Raulín.
3 comentarios:
...hay que dejar escrito y publicado que el comensal austero , todavía en estado catatónico por la gran marca conquistada , PECÓ : se tomó media caña de crema , lo que demuestra que sus convicciones se tambalean al mismo ritmo que pulveriza registros.
Es que no os puedo dejar solos. Me pierdo un par de carreras y todo el grupo patas arriba. Esto no puede ser.
Ya sabía yo que vuestra insistencia con la media cañita de crema obedecía a intereses bastardos. Esto traerá consecuencias en la comida de Lugo: ¡ Ni soñéis con postre !. Sólo las mujeres y los no presentes en la comida de Ourense. Tengo un problema para la carrera de Lugo:dos días antes de la carrera es la cena de la empresa con vinos cojonudos y barra libre. Será una prueba de fuego para mi austeridad.
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