19/3/13

Camina o revienta: Vig-Bay 2013












En vista de que la mitad del club está de baja médica y la otra mitad  tiene unas miras excesivas para un servidor, me decidí a probar en solitario si la incapacidad que sufro es total o solo parcial. A pesar de los pronósticos de los días previos, el día amaneció soleado aunque no caluroso.  Llegamos mi jefa y yo con tiempo suficiente para recoger el dorsal y calentar unos minutillos, no muchos para no castigar mis maltrechas piernas y a la hora en punto se dió el pistoletazo.

La salida varió con respecto a los años anteriores, ya no se da la vuelta en la rotonda, volviendo a pasar por la salida. Aún así, fue tumultuosa (ver foto, yo soy el de azul de allí atrás) y como de costumbre, hubo que adelantar a muchos que se  habían colado en un cajón que no les correspondía, o que corrían con el carrito del niño o con el perrito (éste sin dorsal, manda huevos).

Bueno, al grano, empecé con precaución pero el crono me daba 4´ 45´´ y decidí aflojar. Así fui todo el rato, con la sensación de poder ir más deprisa pero con miedo a que me fallaran las piernas. Y así fue. En el 12 la cadera parecía que se quejaba pero fue al llegar a Playa América (km. 15)  cuando las rodillas se me empezaron a inflamar y el dolor era cada vez más fuerte. El sol me derretía y aunque me notaba bajo de pulsaciones, las piernas eran ya de trapo. 

Los 3 últimos kilómetros las órdenes de mi cabeza ya no eran acatadas y el sufrimiento se acentuó. Llegué a meta por orgullo, como siempre, y contento de haber acabado. El tiempo es lo de menos, llegué bien y volví a sentir la emoción de la competición.

Y es que querer es poder. Ahora , de vuelta al traumatólogo a ver qué me rompí. :-)

2 comentarios:

Antonio Martínez dijo...

Impresionante, Chema. En tu estado y a tus años haciendo estas locuras...

chema dijo...

Sí , ya sé que soy demasiado joven para correr tanta distancia , pero el olor de la competición me pone mucho.