Los pobres llevaban muchos meses corriendo a ritmo de tortuga, y como bien
sabéis los que corréis, es realmente para estar muy agradecida que lo hayan
soportado.
En seguida se puso a tiro la Maratón de Barcelona. Pues bien, casi sin darnos
cuenta, nos vimos metidos en una programación, que el talibán de mi chico nos
hacía cumplir a rajatabla, incluso los días de alerta naranja y chuzos de punta
(y al final va y se pilla una gripe la semana de la carrera, en fin .....)
Después de un porrón de kilómetros compartidos estos últimos meses, por fin
llegó la hora de la verdad. El reto, tal como yo lo veía, asequible
para los chicos, con bastantes dudas para mí.
Bueno, para allá nos fuimos el viernes noche, con nuestra insustituible
reportera y sufridora, Raquel, y yo con un nudo en el estómago, como el
de la selectividad, más o menos. El sàbado disfrutamos de la la Feria del
corredor (pobre Raquel..... echamos la mañana entre camisetas, geles,
zapatillas etc, etc ... ).
Menos mal que nos dimos un buen homenaje en la comida, como no podía ser menos
(dado los elevados importes de las dietas del Club, ja ja... ) , en un
sitio que os recomendamos para cuando paséis por Barcelona, se
llama "Chez Cocó" en la Diagonal.
Y paseíto hasta la cena, programada para estar pronto en el hotel y sin
gin-tonics, que quede claro... Cenamos donde estuvimos con todos vosotros
, Origens (en el Born). Por cierto, estuvimos en el mismo Hotel que la élite de
la carrera, etíopes y Keniatas (fueron los ganadores, como siempre), gracias,
también, a las fabulosas dietas del Club , ja ja...
Desayuno con la élite, juntos pero no revueltos, a las 6.30 de la mañana , y ya
los nervios de punta.
La organización de la carrera impecable. Muchísimos seres humanos, aprox. 18000.
Salimos en el último cajón, y tardamos 20' en pasar por debajo del arco de
salida.
Las sensaciones de la carrera fueron muy variadas . Álvaro en el km 15 muy
tocado de piernas, la gripe y el parón de los días previos pasando factura, lo
cual era un poco preocupante porque faltaba todavía muchisisisimo....
El Sobrinoff iba tan sobrado (retenido el pobre..., con la solidaridad que le
caracteriza...) que contestaba saludando a la concurrencia en todos los idiomas
en los que nos animaban (catalán,
francés , inglés , chino etc...) ya que había un 40% de
extranjeros en la carrera según leí.
Nos cayeron varios chaparrones, pero la temperatura era muy buena. Los últimos
10 km ya no sabes en qué pensar para no pararte, la cabeza ya no te responde
del todo, dolor de piernas , contracturas varias , hombro y cuello, pies
hechos polvo... Y a 5 km de la meta, ya en el Arco del Triunfo, Álvaro se
para, no puede más con el dolor de piernas. Se recompone un poco con el
avituallamiento. Y tirando de no sabemos dónde, arranca de nuevo. Ese
trozo final fue interminable, pero es evidente que la cabeza es la que manda,
supongo que ese es el reto...
Cuando llegamos a la meta Álvaro y yo teníamos problemas para caminar.
Los físios nos recuperaron un poco. Así que nos os fiéis de las
apariencias en las fotos.
Tengo que recordaros que todo esto no es aplicable al Sobrinoff, que insisto,
estaba fresco como una lechuga. Ya os anticipo que su próxima maratón,
con compañía adaptada a su nivel, lo hará con la gorra (literalmente
porque no se separa de ella y se compró una de repuesto). Y aunque hoy camine
como las muñecas de Famosa, lo negará seguro (me lo chivó Raquel....)
Muchas gracias a todos por vuestro apoyo.
"DARRERE DE CADA CORREDOR SEMPRE HI HA UN GRAN EQUIP"
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